5.8.05

Es allí a donde voy. Clarice Lispector.

" Más allá de la oreja existe un sonido, la extremidad de la mirada un aspecto, las puntas de los dedos un objeto: es allí a donde voy. La punta del lápiz el trazo. Donde expira un pensamiento hay una idea, en el último suspiro de alegría otra alegría, en la punta de la espalda magia: es allí a donde voy. En la punta del pie el salto. Parece historia de alguien que fue y no volvió: es allí a donde voy. ¿ O no voy? Voy, sí. Y vuelvo para ver cómo están las cosas. Si continúan mágicas. ¿Realidad? Te espero. Es allí a donde voy. En la punta de la palabra está la palabra. Quiero usar la palabra "tertulia", y no sé dónde ni cuándo. Al lado de la tertulia está la familia. Al lado de la familia estoy yo. Al lado de mí estoy yo. Es hacia mí a dónde voy. Y de mí salgo para ver. ¿Ver qué? Ver lo que existe. Después de muerta es hacia la realidad adonde voy. Mientras tanto, lo que hay es un sueño. Sueño fatídico. Pero después, después de todo es real. Y el alma libre busca un canto para acomodarse. Soy un yo que anuncia. No sé de qué estoy hablando. Estoy hablando de nada. Yo soy nada. Después de muerta me agrandaré y me esparciré, y alguien me dirá con amor mi nombre. Es hacia mi pobre nombre adonde voy. Y de allá vuelvo para llamar al nombre del ser amado y de los hijos. Ellos me responderán. Al fin tendré una respuesta. ¿Qué respuesta? La del amor. Amor: yo os amo tanto. Yo amo el amor. El amor es rojo. Los celos son verdes. Mis ojos son verdes tan oscuros que en las fotografías salen negros. Mi secreto es tener los ojos verdes y que nadie lo sepa. En la extremidad de mí estoy yo. Yo, implorante, yo, la que necesita, la que pide, la que llora, la que se lamenta . Pero la que canta. La que dice palabras. ¿Palabras al viento? Qué importa, los vientos las traen de nuevo y yo las poseo. Yo al lado del viento. La colina de los vientos aullantes me llama. Voy, bruja que soy. Y me transmuto. Oh, cachorro, ¿dónde esta tu alma? ¿Está cerca de tu cuerpo? Yo estoy cerca de mi cuerpo. Y muero lentamente. ¿Qué estoy diciendo? Estoy diciendo amor. Y cerca del amor estamos nosotros. " A esto le llamo escribir maravillosamente bien.Es mi regalo de hoy para quienes aún no la habían leído.

4 comentarios:

Kaloni dijo...

Jamia, me he quedado de piedra.
Jobar, que pedaso de texto.
Como bien dices, eso es escribir.

Un besote.


PD ¿Vacaciones?

DaliaNegra dijo...

Hola, navegante, bienvenido a esta cala oscura ;)
¿A que mola la Lispector? Me alegra que te guste.
Yo, sin vacaciones hasta que llegue el frío.Snifff.
Un beso grande y que disfrutes de las tuyas.Por tu texto sobre las pequeñas cosas supongo que ya estás en ellas o que al menos puedes ir a la playa.*

Golfo dijo...

Ah, Clarice Clarice... hacía ya tiempo... Lispector Lispector... prefiero Lispector, tiene algo oscuro y lector, algo menos soleado que Brasil, pero tanto misterioso...

Es bonito ese modo de contar como a veces las cosas no son tan intensamente lo que con en el el centro como en sus bordes, donde continuamente mueren y se regeneran unas contra otras.

Golfo dijo...

fe de erratas: no son tan intensamente lo que SON en el centro...