27.7.06

Poesía Palestina.Para que aprendan los que consideran que palestino y terrorismo son sinónimos.

QIBYA*
Balas
en la noche de luna llena
surcaron las colinas y los caminos.
Balas
chocaron contra los muros
y golpearon las puertas y las ventanas.
Iban dirigidas a los corazones y a las entrañas.
Balas
por detrás de las piedras,
a través de los desfiladeros,
por detrás de los sacos de arena.
Balas.
Se esparcen por las piedras arrayanes de sangre
y se pegan adornos de sangre en las paredes.
Balas
y gelignita
arrojan los cuerpos a las hienas.
Sembramos el trigo pero no lo recogimos,
regamos las vides pero no bebimos el vino.
En vano se bañó nuestra noche con la fragancia de los naranjos.
Nuestra sangre corre por la tierra roja
y sobre las piedras.
Buscad nuestras manos bajo los ejércitos de hormigas.
Cerrad las puertas,
apartaos de las ventanas,
ocultaos de la luna,
protegeos de la noche.
Pero las puertas son de madera
y las ventanas no se construyen para evitar
el aire, la luna,
la gelignita
y los colmillos de las hienas.
El corazón es de hierro pero
para las balas, la gelignita y los colmillos
es más débil que la madera.
Los brazos de Fátima rodean el cuerpo de Hasan:
una alberca de sangre,
y del padre de Hasan no queda
más que el qunbaz hecho jirones.
Buscadlos bajo las piedras
y juntad los brazos a los cuerpos.
Sembramos el trigo pero no lo recogimos,
regamos las vides pero no bebimos el vino.
En vano se bañó nuestra noche en la fragancia de los naranjos.
Nuestra sangre fluye por la tierra roja
y sobre las piedras.
Buscad nuestras manos bajo los ejércitos de hormigas.
Balas
golpean las piedras.
Gelignita.
La noche se desgarra
entre nuestros olivos y viñas.

YABRA IBRAHIM YABRA (1926-1994)
Del poemario Tammuz fi l madina (Adonis en la ciudad). Beirut, 1959.
* QIBYA es un pueblo palestino de Cisjordania, cuyos habitantes fueron masacrados por tropas israelíes en la tarde del 14 de octubre de 1953. El anterior primer ministro israelí, Ariel Sharon, fue quien dirigió las tropas en aquel día.
Como ven, la historia se repite.Aquí o allá, no importa,la cuestíón es que la máquina del terror sigue masacrando poblaciones enteras sin que el resto del mundo la detenga.No ha pasado nada en Roma,nadie dice ni mú cuando se usa fósforo blanco para bombardear a los libaneses,el primer ministro israelí dice que lamenta profundamente la muerte de los observadores de la ONU,nada dice de los cientos de libaneses triturados por su ejército.Lo mínimo que puedo llamarle es hijo de puta cabrón. Ustedes perdonen, pero estoy asqueada con lo que está pasando y con esta mierda de mundo que asiste impávido a tanta carnicería.

20.7.06

17.7.06

Da igual quién las lance: las bombas matan indiscriminadamente

Pueden estar en una mochila o provenir del vientre de un avión: igualmente asesinan.
Siempre me he preguntado qué se siente siendo un jefe de estado que ordena una masacre.
También he intentado ponerme en la piel de un terrorista que deja una mochila que seguramente provocará una carnicería o que forrado de explosivos se inmola a la puerta de una discoteca o de un restaurante.
Sólo encuentro preguntas como respuesta.
¿Hay algún caso en el que una bomba esté justificada?
El que da la orden ¿elige conscientemente sentir remordimientos toda su vida porque ha optado por el mal menor?
¿O no siente absolutamente nada?
¿O se siente orgulloso?
Soy consciente de que este post es algo lineal e infantil, pero qué le vamos a hacer, una es así. Cuando ve lo que está pasando en Líbano, en Palestina, en Iraq,Israel,pues le surgen- además del cabreo, la indignación y la pena por esa pobre gente inocente- esas preguntas.
Alguien que escribe maravillosamente bien trató de ponerse en el lugar del terrorista, casi como una cámara fría relatando lo que ve el ojo del asesino mientras espera que estalle la bomba.
En un terrible y hermoso poema llamado Un terrorista: él observa,Wislawa Szymborska dice esto:
La bomba explotará en el bar a las trece veinte.
Ahora apenas son las trece y dieciséis.
Algunos todavía tendrán tiempo de salir.
Otros de entrar.
El terrorista ya se ha situado al otro lado de la calle.
Esa distancia lo protege de cualquier mal
y se ve como en el cine:
Una mujer con una cazadora amarilla: ella entra.
Un hombre con unas gafas oscuras: él sale.
Unos chicos con vaqueros: ellos está hablando.
Trece diecisiete y cuatro segundos.
Ese más abajo tiene suerte y sube a una moto,
y ese más alto entra.
Trece diecisiete y cuarenta segundos.
Una niña: ella va andando con una cinta verde en el pelo.
Sólo que de repente ese autobús la tapa.
Trece dieciocho.
Ya no está la niña.
Habrá sido tan tonta como para entrar, o no,
eso ya se verá cuando vayan sacando.
Trece diecinueve.
Y ahora como que no entra nadie.
En vez de entrar aún hay un gordo calvo que sale.
Pero parece que busca algo en sus bolsillos y
a las trece veinte menos diez segundos
vuelve a buscar sus miserables guantes.
Son las trece veinte.
Qué lento pasa el tiempo.
Parece que ya.
Todavía no.
Sí, ahora.
Una bomba: la bomba explota.

10.7.06

Marlango-Semilla negra

Giran las aspas de los grandes ventiladores del techo.
Huele a café,serrín y tabaco.Todo está en penumbras.Detrás de las ventanas,el mundo crepita envuelto en llamas.Agua helada,y esa lánguida voz diciendo:soy un pensamiento vagabundo...



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1.7.06

Bebo Valdes -Diane


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¿No se os van los pies siguiendo al piano?
¿Bailamos
?;)

Desde una foto en blanco y negro, con cara de ave rapaz,Beckett me mira

y sus ojos son como dos flechas clavadas en la presa que es mi corazón. Y aquella casi locura que se le ve en la mirada fué la causa de que escribiera cosas como ésta,árida y terrible.

SOY UN DISCURRIR DE ARENA QUE RESBALA...

soy un discurrir de arena que resbala
entre la duna y los guijarros
la lluvia del verano llueve sobre mi vida
sobre mí vida mía que me persigue y huye
y tendrá fin el día del comienzo
caro instante te veo
en el retroceder de este telón de bruma
donde ya no deberé pisar estos largos umbrales movedizos
y viviré lo mismo que una puerta
que se abre y se vuelve a cerrar
O ésta:

5. LA MOSCA

entre la escena y yo
el cristal
vacío salvo ella
vientre a tierra
ceñida por sus negras tripas
antenas enloquecidas alas atadas
patas ganchudas boca sorbiendo en el vacío
sableando el azul aplastándose contra lo invisible
impotente bajo mi pulgar hace que zozobren
el mar y el cielo sereno