29.11.07

Casi bolero ;)

Deriva

En la espectral oscuridad
busco barcos de amor
Perdidos
Sumergidos
Balsero loco soy
y una deriva silenciosa trazo
de olvido a olvido
En las profundas aguas de mi mar
fosforescentes sueños
me siguen como rémoras
Algascaricias flotan
buscando arena en vano
para arraigar
y dar su flor prohibida.
Perdido el rumbo
y roto mi timón
balsero loco soy
y una deriva silenciosa trazo
De olvido a olvido.

20.11.07

Los amorosos.Jaime Sabines.

Lo leo fascinada contemplándolo como un ratón a una serpiente.
Lo descubrí hoy y no puedo dejarlo en el olvido.Quiero que lo leáis de nuevo si es que ya lo conocíais.Que alucinéis al descubriros en él si no es el caso..
A no ser que creáis en esa lámpara de inagotable aceite...

LOS AMOROSOS.

Los amorosos callan.
El amor es el silencio más fino,
el más tembloroso, el más insoportable.
Los amorosos buscan,
los amorosos son los que abandonan,
son los que cambian, los que olvidan.

Su corazón les dice que nunca han de encontrar,
no encuentran, buscan.
Los amorosos andan como locos.
porque están solos, solos, solos,
entregándose, dándose a cada rato,
llorando porque no salvan al amor.

Les preocupa el amor. Los amorosos.
viven al día, no pueden hacer más, no saben.
Siempre se están yendo,
siempre, hacia alguna parte.
Esperan,
no esperan nada, pero esperan.

Saben que nunca han de encontrar.
El amor es la prórroga perpetua,
siempre el paso siguiente, el otro, el otro.
Los amorosos son los insaciables,
los que siempre —¡qué bueno!— han de estar solos.
Los amorosos son la hidra del cuento.

Tienen serpientes en lugar de brazos.
Las venas del cuello se les hinchan
también como serpientes para asfixiarlos.
Los amorosos no pueden dormir
porque si se duermen se los comen los gusanos.
En la obscuridad abren los ojos
y les cae en ellos el espanto.
Encuentran alacranes bajo la sábana
y su cama flota como sobre un lago.

Los amorosos son locos, sólo locos,
sin Dios y sin diablo
Los amorosos salen de sus cuevas
temblorosos, hambrientos
a cazar fantasmas
Se ríen de las gentes que lo saben todo,
de las que aman a perpetuidad, verídicamente,
de las que creen en el amor como en una lámpara de inagotable aceite.

Los amorosos juegan a coger el agua,
a tatuar el humo, a no irse.
Juegan el largo, el triste juego del amor.
Nadie ha de resignarse.
Dicen que nadie ha de resignarse.
Los amorosos se avergüenzan de toda conformación.
Vacíos, pero vacíos de una a otra costilla,
la muerte les fermenta detrás de los ojos,
y ellos caminan, lloran hasta la madrugada.
en que trenes y gallos se despiden dolorosamente.

Les llega a veces un olor a tierra recién nacida,
a mujeres que duermen con la mano en el sexo, complacidas,
a arroyos de agua tierna y a cocinas.
Los amorosos se ponen a cantar entre labios.
una canción no aprendida.
Y se van llorando, llorando.
la hermosa vida.

13.11.07

El secreto-Denise Levertov



Dos niñas descubren
el secreto de la vida
en un repentino verso de
poesía.

Yo que no conozco el
secreto escribí
el verso. Ellas
me dijeron
(a través de un tercero)
que lo habían encontrado
pero no qué era
ni siquiera
qué verso era. Sin duda

ahora, más de una semana
después, han olvidado
el secreto,
el verso, el nombre del
poema. Las amo
por encontrar lo que no
puedo encontrar,
y por amarme
por el verso que escribí,

y por olvidarlo
y así
mil veces, hasta que la muerte
las encuentre, puedan
descubrirlo otra vez, en otros
versos
en otros
hechos. Y por

querer conocerlo,
por
asumir que hay
tal secreto, sí,
por eso
sobre todo.

5.11.07

Vértigo rojo

Un sol enorme rojosandía y las colinas recortadas en negro sobre el cielo púrpuranaranjarosa y una neblina extraña cayendo sobre las viñas oxidadas que esperan la poda y yo de paquete en una moto a toda pastilla por cuestas y curvas y era como estar en Marte el planeta rojo y ser marciano, un marciano incendiado con cuatro brazos dos troncos dos cabezas con casco y dos ruedas y daban ganas de levantar los brazos y aullar porque el universo a veces es tuyo y te hace generosos regalos sólo para tus ojos.
Mas abajo, lo juro, el mar era blanco...los marcianos existen, doy fe y son felices