7.1.10

Final

Dibujaba espirales en su ombligo
antes de que la furia los aislara
en esa cárcel roja y despiadada
y una barca de sal desarbolada
navegara en el mar de sus ojeras
Reseguía la piel de su cintura
zambullido en oscuras pretensiones
de las que solo existe cura
en el sitio en que se hunden las pasiones
Fue un amor que murió de muerte súbita
un día de febrero que llovía
cuando miró sus ojos y no había
nada más que el hastío y la ironía.
Fue bajando el telón poquito a poco
y en la mesa del bar se despidieron
Le dibujó el adiós en el azúcar
Se bebió el café amargo y
dejó su corazón con la propina

17 comentarios:

TORO SALVAJE dijo...

Parece una letra de Sabina.
Yo creo que te la compraría.
En serio te lo digo.
Me gusta todo, pero los tres últimos versos se merecen un Bis.

Besos niña.

ybris dijo...

Coincido con Toro.

Los tres últimos versos son un portento.

Besos, Dalia. Feliz Año.

Cayetano dijo...

Ya que hay alguien que lo recuerda, como dice una canción de Sabina: "...Y al final llegó el final."
Buen poema. El último verso es estupendo. Resume, como colofón final, todo el contenido de la composición: broche de oro.
Saludos.

Kay dijo...

Poco más que decir, y menos aún después del comentario anterior perteneciente a mi progenitor. Un gran poema y un gran dolor. Las despedidas, con cuanto más café y más amargo, mejor...

paolav dijo...

¡Maravillosamente doloroso! lo que haz hecho con el azúcar y el café es mágico.

La muerte de un amor es una tragedia y hay tantos asesinatos, tantos suicidios, pero los amores que mueren más tristes, son los de muerte natural...alguien pudo evitarlo!

¡¡¡Feliz 2010!!!
Besos mil

Ardaire dijo...

Enseguida me la he imaginado con música...está genial¡ ya conseguí linkearte :))

Anónimo dijo...

Y el amor habito de nuevo en una taza vacia...

precioso Dalia.

Un abrazo.

MentesSueltas dijo...

Hola Dalianegra, me encanto leerte. Es muy fuerte, definitorio, intimo. Esas situaciones y en un bar, le dan un tono hermoso.


Te abrazo
MentesSueltas

BLANCA LIBIA HERRERA CHAVES dijo...

CASI CASI... DAN GANAS DE DESPEDIRSE... HERMOSOS VERSOS... CÁNTICO SONORO DEL ADIÓS...

UN ABRAZO...

atikus dijo...

Que duros son los finales, pero mejor es así...un final, que no un letargo ;)

besos

Lena yau dijo...

Jo...Dalia!

Aplausos...

Cadencia perfecta y el contenido...el lenguaje...wow!

Más aplausos...

Y mil besitos.

(Estoy de vuelta, Dalia...reabro Mil Orillas)

Lena yau dijo...

Fue un amor que murió de muerte súbita...

ayns....

Más besos!

Margot dijo...

Aims, que jodías son las muertes súbitas del amor y que bien las retratas, jodía... jeje.

Hastio e ironía, no se me ocurre nada peor para remover el café.

Besos, Soplillo.

Ricardo Miñana dijo...

Excelente tu texto y bonito blog,
un placer pasar por tu casa
que tengas un feliz fin de semana
un abrazo
RMC

Hernán dijo...

Bravo, bravo, bravo!
A mi lo que más me ha gustado es la estrofa de "Reseguía la piel...", etc. Por cierto, ¿no te planteas separar las estrofas con un reglón en blanco? Chau, besos

Viv. dijo...

Nadie adivina en qué momento beberá ese café ... no seamos mezquinos con el azúcar entonces.

Besos, me gustó mucho.

Amador Cea dijo...

Hola, me han gustado mucho tus poemas, en especial éste. Sobre todo los tres últimos versos:

"y en la mesa del bar se despidieron
Le dibujó el adiós en el azúcar
Se bebió el café amargo y
dejó su corazón con la propina".

Me pasaré más por aquí. Un saludo.