21.2.16

Magia

Se inclinó sobre la mata de espliego.
Cogió una flor y la estrujó con los dedos.Yo me acercaba y la ví erguirse al lado de su abuela…
Cuando estuve a su altura ella escondió la cara entre las manos y aspiró la fragancia. Sonreía con los ojos cerrados.
Toda la belleza del universo se concentró en la imagen. El rostro casi adolescente , luces  y sombras sobre la piel y esos dedos frágiles con restos de lavanda…

3 comentarios:

TORO SALVAJE dijo...

Gracias por compartir tanta belleza.

Un beso.

Ilduara dijo...

Pocas cosas me sugieren tanto como el olor a lavanda. Tu texto evoca su
frescura, parece un anuncio radiofónico de jabón de los años 50.

Amapola Azzul dijo...

Precioso relato. Besos.