Perdí mi corazón en el centro de un complejo laberinto y no recuerdo la ruta ni existe un hilo de Ariadna que me guíe. Se comieron las migas los pajaritos y una bruja de dedos largos y huesudos me hunde el índice entre las costillas para ver si estoy a punto y descorazonada irremediablemente. La vieja se ríe quedamente, sabedora de que mi mal no tiene fin, cazadora de imposibles, solitaria y nómada hasta cuando mis huesos sean polvo mezclado con el viento.
18.9.07
11.9.07
Efímero
Solo a veces, contadas veces
la fortuna nos brinda
la esperanza,
el atisbo de un rostro
imaginado en la oscuridad
de noches solitarias
Y superpone
caras soñadas
y carnales.
Lilith o Abraxas,
las grandes sombras
nunca alcanzadas
se acercan levemente
y nos susurran al oído…
Caballos salvajes
nos galopan las venas
Chispas sobre negro
Y el corazón se detiene
y canta
ante la caricia dorada y suave
de los ojos que te contemplan
recreando sus propios sueños
Pero la luz del día
no da tregua
quiebra las alas de la magia
y deja, descarnada y seca
la osamenta del desencanto…
No hay amores eternos.
la fortuna nos brinda
la esperanza,
el atisbo de un rostro
imaginado en la oscuridad
de noches solitarias
Y superpone
caras soñadas
y carnales.
Lilith o Abraxas,
las grandes sombras
nunca alcanzadas
se acercan levemente
y nos susurran al oído…
Caballos salvajes
nos galopan las venas
Chispas sobre negro
Y el corazón se detiene
y canta
ante la caricia dorada y suave
de los ojos que te contemplan
recreando sus propios sueños
Pero la luz del día
no da tregua
quiebra las alas de la magia
y deja, descarnada y seca
la osamenta del desencanto…
No hay amores eternos.
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