Cuando escribí esto pensaba que las cosas no podían ir peor. Me equivocaba.
Polvo,basura, tierra quemada.
Moscas,moscas,moscas y sol.Transito en la frontera
de la frágil cordura.
Deambula un alacrán
sobre las sábanas.
Bajo la superficie de los días
muele la duda con su rueda
grano a grano, la esperanza.
Despacio, muy despacio
late mi acongojado corazón
y si lo estrujas
tan sólo un poco más
será ceniza leve,
libre, por fin,
del peso de estas horas.