La dorada bruma salada me cubrió la piel
como una pátina
y me volví del color del mar
y el cielo
una mujer titanio
y madreperla
caminando sola
por la arena
sonriendo
respirando nubes
mientras un velero lejano
rompia el azul
con el mástil
perdiéndose tal vez
en la magia de nunca jamás
y las tablas de surf
encabritadas
despedían a los jinetes negros
Una espuma cremosa
blanca,fría
perseguía a mis botas.
Perdí mi corazón en el centro de un complejo laberinto y no recuerdo la ruta ni existe un hilo de Ariadna que me guíe. Se comieron las migas los pajaritos y una bruja de dedos largos y huesudos me hunde el índice entre las costillas para ver si estoy a punto y descorazonada irremediablemente. La vieja se ríe quedamente, sabedora de que mi mal no tiene fin, cazadora de imposibles, solitaria y nómada hasta cuando mis huesos sean polvo mezclado con el viento.
23.11.11
14.11.11
Inferno
Un terremoto destroza ciudades,
se anuncian tormentas solares
y algunas personas en distintos lugares
vaticinan el fin del mundo
Gadaffi ruega por su vida
tembloroso e inofensivo
pero la turba cae sobre su carne
y el sacrificio se consuma
una y otra vez
entre cánticos de venganza
mientras el papa dice
la misa ante arrobados fieles
con su traje de otro mundo
y yo pienso que
realmente el infierno existe
y que no es necesario
expirar y ser juzgado
para sufrirlo.
Una corriente de dinero
extermina familias
y los cadáveres cuelgan
de los tendederos donde
deberíamos ver sábanas limpias
secándose al sol.
Odio este mundo
y sin embargo me embarga la ternura
con la mirada dulce de un gorila
con la torpeza de mi gato
vacilando en su salto
lo contemplo
mientras Berlusconi entra
a dar su discurso,
abultado como el gorila
pero privado de toda dulzura
de toda humanidad
con su cara de goma inflada
y su traje de Armani.
Siento la desolación
circular por mis venas
mientras la sierra del vecino
rebana las barandillas oxidadas
del viejo edificio
taladrando a la vez
mis tímpanos
Y el cielo gris
amenaza lluvia.
se anuncian tormentas solares
y algunas personas en distintos lugares
vaticinan el fin del mundo
Gadaffi ruega por su vida
tembloroso e inofensivo
pero la turba cae sobre su carne
y el sacrificio se consuma
una y otra vez
entre cánticos de venganza
mientras el papa dice
la misa ante arrobados fieles
con su traje de otro mundo
y yo pienso que
realmente el infierno existe
y que no es necesario
expirar y ser juzgado
para sufrirlo.
Una corriente de dinero
extermina familias
y los cadáveres cuelgan
de los tendederos donde
deberíamos ver sábanas limpias
secándose al sol.
Odio este mundo
y sin embargo me embarga la ternura
con la mirada dulce de un gorila
con la torpeza de mi gato
vacilando en su salto
lo contemplo
mientras Berlusconi entra
a dar su discurso,
abultado como el gorila
pero privado de toda dulzura
de toda humanidad
con su cara de goma inflada
y su traje de Armani.
Siento la desolación
circular por mis venas
mientras la sierra del vecino
rebana las barandillas oxidadas
del viejo edificio
taladrando a la vez
mis tímpanos
Y el cielo gris
amenaza lluvia.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)