Dicen que las mujeres somos románticas
pero él perseguía muchachas imposibles
que le contemplaban desde la ventana de un café
mojada por la lluvia
para perderse después
ajenas a su desesperación
en amplias avenidas otoñales
con sus largas melenas
bajo paraguas de colores
Dicen que los tiovivos son para niños
pero él soñaba con caballos pastel
subiendo y bajando al compás de una canción
mientras el mundo
giraba alrededor de los dos
como un hula hop
de colorines.
Dicen que la delicadeza es femenina
pero sus labios tendrían
la suavidad de pétalos
sobre unos párpados
que le desconocen.
Dicen que hombres así
no existen
pero yo sé de uno
al que atisbo
mientras sueña
con muchachas imposibles
perdiéndose bajo la lluvia...
