En los viejos ladrillos de una pared
crece una enredadera,
pequeñas flores entre pálido verde.
La belleza ingeniosa brotando
donde menos lo esperas...
Ayer por la noche
en un viejo hospital
han nacido diez niños,
venciendo los temores al futuro
de sus padres.
Semillas vigorosas
entre la sangre derramada en el mundo.
Sin ser un muro viejo,
fosa común,
yo, que tiemblo
ante horribles horizontes,
a veces siento que me brotan
inesperadas flores,
y que hay niños que juegan
y cantan.