Se enfrentó a su ausencia
armada con coraza y escudo
Hoy lo haré, pensó.
En el sitio de las herramientas
las cosas la miraron llenas de dientes:
La broca de acero del taladro
perforó su armadura
tocando el corazón
letal y rápida.
Clavos en su cintura,
astillas en la sangre,
el martillo golpeó
contra la frente.
Y se dobló sobre la caja
mascando arena,
envuelta en piedra.
Perdida la batalla.