Me dio un ataque de vergüenza ajena. Y no tan ajena. Porque una parte miserable de mí la comprendía y se reconocía en ella.
La señora catalana había ido a quejarse al canal autonómico por la creciente presencia de los “sin techo” en su barrio.
Dañaban la vista, apestaban, hacían sus necesidades en la calle, dormían en parques y portales, y se permitían traspasar los límites de la playa.
Decía que no sólo eran inmigrantes, también había “nacionales”,sin que se supiera bien lo que abarcaba la palabra.
-Vaya mierda, pensó mi parte rebelde.
-Ya me gustaría ver que haces tú si te cagan el portal, comenzó a justificar la parte que justifica.
-Pues joderme, cabrearme y limpiarlo, dijo la otra. Pero sin pretender que la gente que no tiene donde vivir huela a Chanel y luzca bonito. La miseria no suele ser bonita, ¿sabes?
Ni tus jodidos códigos son válidos para los que no tienen nada que perder.
-Eso porque estás teorizando. Habría que verte en acción. Ahí es donde se empieza a mirar el bolso, por si te lo quitan, a apartar el culo, por si te lo tocan…
-No uso bolso, y tengo poco culo.
-Es una manera de hablar, no te hagas la tonta. Sabes lo que quiero decir.
-Me jode saberlo y me jode que existas. Tú eres de las que exige que el ayuntamiento o el gobierno le saque el problema de delante de las narices. Que luego el problema vaya a un campo de concentración, o al medio del desierto, te da igual….no afecta a tu entorno, a tu casa, a tu calle, al mercado, y ahora, ni siquiera a la playa…Y si no espabilo me comerás el terreno y seré toda tú, como la señora del canal autonómico.
Lo malo es que no sé que hacer para evitarlo…las palabras no bastan.
16 comentarios:
Si era un reportaje sobre la Barceloneta lo ví.
Te entiendo bien, tu corazón está con ellos, pero su modus vivendi te afecta también, y no puedes impedir que muchas de sus actitudes te molesten.
A mí me ocurre igual.
Besos.
Entiendo mucho el doble sentir.
Pero algunas veces creo que hay mas miseria en el interior que en esa pobre gente que está siendo tan auténtica que debe dormir en la calle.
No sé; igualmente también siento la dualidad que describís.
Olvidé firmarte y mandarte mi abrazo !!!!
Vanesa Aldunate
Entiendo por completo esa dualidad.
Un abrazo Dalia.
Un individuo durmiendo en una calle es el espejo de nuestra miseria; está allí porque lo hemos lanzado a puntapiés fuera del sistema o porque a preferido decir "aquí me bajo" y nada quiere saber de producir, se cansó de ser objeto ... Quienes estamos dentro nos creemos protejidos, seguros en muestra propia trampa. Quien está afuera difícilmente pueda volver a entrar... Quizá en un futuro no tan lejano se produzca un enfrentamiento muy crudo entre multitudes de excluidos contra los reclutados por el sistema -es decir, contra nosotros, los "normales"-.
Fuerte abrazo!
el problema es que te haces mayor.
la verdadera miseria se encuentra en las personas que realmente temen acabar como un pobre.
la sociedad discriminan a estas personas, porque la sociedad es mayor.
cuando eres pequeño te da igual como sea tu amigo: te da igual si es pobre, si tiene padres que se drogan, si vive en la calle, pero con el tiempo se empieza a pensar de una forma clasista
Bueno, espero escapar a esa ley que dice mayor= deshumanizado.
De hecho, de eso trata el post, de luchar contra mi propia mirada insolidaria, pero sin negar su existencia.Saludos.
Vaya mala conciencia que nos provoca la injusticia.
Lo malo es la injusticia, no la mala conciencia.
Si hubiese un modo de ir todos a una contra ella...
Besos.
Ay Dalia, como decís, el problema es que las palabras no bastan y la miseria nos excede los bolsillos y los lentes, por donde miramos está ahí para indicarnos que algo está bien jodido.
si veo a alguien tirado en la calle y me preocupa su olor y no si su estómago resiste, si me aparto como si me pudiera contagiar de otra cosa que no fuera la tristeza, pero en este bosque estamos todos perdidos y corremos, corremos, con el aliento del miedo humedeciéndonos el cuello.
un beso
Lilián
Sabes lo que quiero decir... ajá, lo sé, Dalia.
Todo estamos en el mismo barco sólo que los camarotes no tienen la misma ventilación. Y superar esa vena egoista e insolidaria es difícil y exige un esfuerzo. Pero también el de ser sincero consigo mismo y saber que hay que hacer ese esfuerzo desde dentro y luego ya vamos "pa fuera". Ajá
Besos desde cubierta!
Que te desagrade el pensar que una persona pueda cagar en tu portal o robarte el bolso no es extraño. A cualquier persona le molestaría.
Eso no te convierte en un ser egoísta, es simplemente un síntoma de que vives en sintonía con la sociedad en la que vives y parece que este mismo hecho te genera un sentimiento de culpabilidad...Pero yo creo que ese inevitable sentimiento de rechazo no excluye el sentimiento de solidaridad que experimentas. De hecho, va tan estrechamente ligado, que el uno sin el otro no podría existir, porque si no padecieras su miseria hasta el punto de comprender el problema que ésta supone, tanto para él como para ti, no podrías albergar ese deseo tan fuerte de ayudarle y de ayudarte.
No es egoísta, es una conjunción magnífica!piensa que la mayoría de la gente simplemente siente rechazo, sin contrapartida.
Tú vas más allá, te cuestionas, te quejas, buscas un mundo mejor.
No luches contra ti, utiliza tu fuerza para mejorar la pequeña gran parcela de mundo que te rodea. Por lo poco que te conozco estoy segura de que lograrás grandes cosas.
Un abrazo largo, preciosa Dalia y perdona la parrafada!
No, no bastan...(las palabras).
Y todos nos encontramos ane tu dilema.
Lo cierto es que la gente cuyo trabajo es buscar soluciones no lo hace.
Y la solución no pasa por esconderlos, no por deshacerse de ellos, sino por ayudarlos a encontrar una salida, una opción...
Escuchar tal vez..
No sé..es tan complejo...
Un beso, Dalia Guapísima!
Es un tema delicado, luchar entre lo que es y lo que debiera ser. Besitos.
Es verdad que a los sin techo la gente los trata como los leprosos de la época de los Romanos, una verguenza, ademas cualquiera sabe cuando te puedes caer tú por el precipicio!!!
Hay que dar no sólo ayuda sino un poco de calor humano, en cuanto a que se quiera vivir de una manera u otra habría mucho que hablar, pero nunca negar la ayuda.
bss
Dalia
a ti te sbran las palabras,eres diáfana, transparente, nos muestras tu "sombra"
más sencillo era decir lo inhumanos que son los OTROS seres humanos, y mostrar toda tu solidaridad iluminada, porque me consta que eres muy solidaria con las minorías.
Te felicito, te comprendo y de verdad me siento orgullosa de tenerte de amiga aunque virtual, no todos nos atrevemos a mostrar, esas otras, no tan belas ni limpas partes nuestras
un abrazo
Comprendo lo que describes porque este tipo de sentimientos encontrados también me asaltan...Y la frustración cuelga suspendida en un interrogante que es, a su vez, una llamada de auxilo a algo impreciso y bueno que intuyo en alguna parte del futuro. Es un lio, a veces pienso que la solución es la que A.C.Clarke imaginó en "El fin de la infancia".
Me gusta cómo lo narras, con esas imagenes tan cercanas y táctiles.
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