Mordí el verano
Y era fruta pasada.
Hojalata caliente.
Carne sudada
subiendo en ascensor
a la planta de saldos.
Las adelfas del mal
desprendian perfume
bajo el ardiente sol
¿Como puede el veneno
oler tan dulce?
Entre plástico hinchable
los cayucos repletos
de sueños y de muertos
dibujaban la postal
ideal para enviar
a los amigos.
Pedí un eclipse,
una noche clemente
PARA TAPARLO TODO.