Perdí mi corazón en el centro de un complejo laberinto y no recuerdo la ruta ni existe un hilo de Ariadna que me guíe. Se comieron las migas los pajaritos y una bruja de dedos largos y huesudos me hunde el índice entre las costillas para ver si estoy a punto y descorazonada irremediablemente.
La vieja se ríe quedamente, sabedora de que mi mal no tiene fin, cazadora de imposibles, solitaria y nómada hasta cuando mis huesos sean polvo mezclado con el viento.
23.4.25
Ventolera
A propósito de las primeras amapolas,
ésto que ya tiene unos años.
Una amapola y yo,
livianas bailarinas que el viento intenta doblegar. Se le levanta la falda carmesí y a mí el abrigo azul... Ambas, flores efímeras.
5 comentarios:
la vida breve de lo que nos rodea, la vida breve, pero que brilla con gran intensidad...
Todo es efímero.
Qué no lo es?
El amor, los sentimientos, la belleza... todo ilumina y con el tiempo todo se apaga.
Besos.
Todo tiene principio y fin, para los afectados, demasiado rápido el tránsito de uno al otro.
Besos.
Hace tiempo que no me pasaba por aquí... Un gusto leerte
Todo se difumina y acaba desapareciendo.
Un beso.
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