La luz bailando suave entre los dedos
si los colocas entre el sol y los ojos
La primavera pródiga ofreciendo a las aves
un banquete de moras…
Y el verano que irrumpe
irreverente
como un puñal dorado
clavándose en el mundo.
Perdí mi corazón en el centro de un complejo laberinto y no recuerdo la ruta ni existe un hilo de Ariadna que me guíe. Se comieron las migas los pajaritos y una bruja de dedos largos y huesudos me hunde el índice entre las costillas para ver si estoy a punto y descorazonada irremediablemente. La vieja se ríe quedamente, sabedora de que mi mal no tiene fin, cazadora de imposibles, solitaria y nómada hasta cuando mis huesos sean polvo mezclado con el viento.
2 comentarios:
La primavera justo antes de partir nos regala un poema tuyo.
Bendita primavera.
Bendito poema.
Bendita tú.
Besos, sueño de sueños.
Acertado comentario me recuerdas que el verano llegó.
Publicar un comentario