Perdí mi corazón en el centro de un complejo laberinto y no recuerdo la ruta ni existe un hilo de Ariadna que me guíe. Se comieron las migas los pajaritos y una bruja de dedos largos y huesudos me hunde el índice entre las costillas para ver si estoy a punto y descorazonada irremediablemente.
La vieja se ríe quedamente, sabedora de que mi mal no tiene fin, cazadora de imposibles, solitaria y nómada hasta cuando mis huesos sean polvo mezclado con el viento.
24.7.17
Delicadeza
Un día como el de hoy,en el que el mundo pesa tanto,escribí esto:
Quiero ser
Hueco y ariete
Pausa
Escala
Hilo y aire,
urdimbre
de un delicado encaje.
2 comentarios:
Y hoy lo has vuelto a escribir.
Siempre volvemos a donde nunca pasa nada.
Besos solidarios.
Eres un hermoso encaje de Flandes.
Un beso.
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