Perdí mi corazón en el centro de un complejo laberinto y no recuerdo la ruta ni existe un hilo de Ariadna que me guíe. Se comieron las migas los pajaritos y una bruja de dedos largos y huesudos me hunde el índice entre las costillas para ver si estoy a punto y descorazonada irremediablemente.
La vieja se ríe quedamente, sabedora de que mi mal no tiene fin, cazadora de imposibles, solitaria y nómada hasta cuando mis huesos sean polvo mezclado con el viento.
Esta huelga marca un antes y un después. Es probable que ahora se sienten para preguntar de qué hablamos. Y algunos decían que las mujeres eran incapaces de unirse y trabajar juntas por una causa común...
2 comentarios:
Una pasada!!!
Bien por todas.
Besos.
Esta huelga marca un antes y un después. Es probable que ahora se sienten para preguntar de qué hablamos. Y algunos decían que las mujeres eran incapaces de unirse y trabajar juntas por una causa común...
Un beso
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