a visitar a su nieto.
Él yace en la cama
hace años ya.
Sonda gástrica, pañal
Oxígeno.
Hasta hace poco
sonreía con la música
Se cabreaba con casi todo
Y se resistía a marchar
con uñas y dientes.
La abuela Mercedes
venía a verle
caminando a duras penas
con frío, lluvia, viento...
Y los días de sol
lo sacaba en su silla al jardín
y le cantaba
acariciando su cara.
Hoy parece decidido a volar...
Cuando vuelven los vencejos
en busca de la incipiente primavera.
Y tal vez sea lo mejor.
Dejar el cuerpo torturado
y minúsculo
buscando las estrellas.
La abuela Mercedes
ha aceptado la derrota.
Y yo estoy triste.
3 comentarios:
Cuando leo cosas como esta pienso en lo burro que soy quejándome de tantas cosas.
Me sumo a la tristeza.
Besos.
Un beso.
Comparto tu tristeza, y aunque a la distancia te abrazo con todo mi corazón.
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