22.10.23

Braceo y me hundo en los rios de sangre de este mundo

Este es un texto antiguo, cuando Darfur era un infierno olvidado por todos.
La imagen de un niño y su hermano pequeño enfermo y desnutrido me partió en dos.Pedia su siroppe...Aún duele.
Duele como símbolo de lo que la humanidad es capaz de provocar.
Cada vez más y más...


Braceo y me hundo con las imágenes de Darfur.
Recuerdo ese terrible y bellísimo poema llamado Sudánica, y pienso: más allá hay monstruos.
Más cerca, también.
Hacen que las niñas sean viejas con apenas doce años, y que las moscas vuelen sobre el vómito de Baba, que lloraba mientras mataban a su madre.
Braceo y el mar se enfurece.

El campo de rosas que me pareció ver en el horizonte se ha esfumado, trato de recordar la rosa de King, el poema de Clara Janés -su corazón era un círculo negro, y cada pétalo un nido secreto- pero de aquello sólo persiste el negro, el niño pequeño y negro que pide su "siroppe" para calmar su fiebre y su diarrea.
El infierno es una rosa seca.
Cojo aire y avanzo, detengo mi memoria en algo dulce:" Un pájaro que murió me dio un consejo:ten siempre en la mente el vuelo".
Pobre pájaro, pobre Forug Farrojzad... aquella iraní que pedía poco (o todo, según se mire) libertad, dignidad... un Regalo:" Yo hablo de la profundidad de la noche, de la abismal oscuridad. Si vienes a mi casa, amor, tráeme luz. Y una ventana para que pueda ver la felicidad de aquella calle abarrotada"
Me hundo con las mujeres de Irán, perseguidas por la ropa que llevan, pisoteadas por los hombres en nombre de Alá.
Pido ayuda a los ángeles y tal vez porque no creo en ellos no hay respuesta. Los mutilados y hermosos ángeles de la Plaza Nueva son carne inerte,bronce entre los azahares,una belleza muerta.
Estoy rabiosa y triste y los poemas se deshacen como papel viejo,polvo,ceniza.
Y no hay milagros.

17.9.23

Memoria...

 

Nómadas.

Ambos tenían las cuerdas de la música
que trepaba por la pared de piedra
como una poderosa enredadera.
Los dedos de él golpeando la madera
del violoncello
y ella al violín lanzando
su voz:
flores ardiendo en el otoño
en Barcelona.
Había ángeles mirando,
lo sé.
Y naves invisibles surcaban el espacio
buscando la gloria...
El aire estaba quieto y transparente
y sin embargo
pequeñas plumas blancas
bailaban afiebradas
y la gárgola excitada
maldecía la inmovilidad de su carne.
Los cuerpos relajados
con la tensión exacta
de la pureza
y aquel idioma extraño
que me condujo
a caminos de exilio
y a manadas de lobos
corriendo bajo la luna...
Una chica de rojo
se balanceaba en trance
mientras mis pies luchaban
por despegarse del suelo...
y llevarme, doliente,
de aquel vórtice
de luz surgido en el caos.

31.7.23

Epifanía.


 Las cigarras vibran rompiendo el silencio.

Al fondo, la cinta azul del mar.

Muy cerca, un abejorro sobre la flor de maracuyá.

18.6.23

De-solación (cada verano)

 Mordí el verano


Y era fruta pasada.

Hojalata caliente.

Carne sudada

subiendo en ascensor

a la planta de saldos.

Las adelfas del mal

desprendian perfume

bajo el ardiente sol

¿Como puede el veneno

oler tan dulce?

Entre plástico hinchable

los cayucos repletos

de sueños y de muertos

dibujaban la postal

ideal para enviar

a los amigos.

Pedí un eclipse,

una noche clemente

PARA TAPARLO TODO.

26.5.23

Estación término

 Recupero este poema de hace tiempo.Estos días todo parece girar sobre cómo acercarse al vuelo final.


Ella navega plácida y fría
durmiendo sueños químicos.
Venas de pentotal y éter,
la gente blanca se desplaza alrededor
icebergs que siguen corrientes ocultas
que solo ellos conocen y descifran

Pero hay tanto amor...
Ella duerme y a veces
el dolor irrumpe
como una eléctrica y punzante rosa roja
que se deshoja sobre su corazón
Angeles de algodón de azúcar
la rozan con sus alas
para que siga en su mar sin oleaje
Plácida y fria,
bajo un sol de neón
ninguna playa espera
Apenas calcio y fósforo sobre la sábana
Ella duerme

3.2.23

Creación

 Las flores de las habas 

estallan en blanco y en azules           

bajo el sol de febrero.

Los gordos abejorros            

hermoso tornasol oscuro

zumban entre néctares, 

bailando afiebrados

la danza de la cópula.

Siento 

la maravilla de la creación

algo ebria también yo

bajo este sol.