24.3.19

Marrakech

Era la luna llena sobre Marrakech
y las golondrinas volaban en escuadra
trazando en el ocaso
oscuras coreografías ,
mientras la voz del muecín
entonaba la plegaria
extendiéndola como un manto .
Hoy, lejos ya, mi corazón intenta,
sin éxito
explicarte que a veces
el mundo es un pincel
que te pinta el alma
con alas de pájaros
y lunas enormes
y que lo pierdes
si intentas conservarlo
Que las locas murallas
del palacio Badi
donde reinan las cigüeñas
y el azahar te eleva
embriagador y místico
hacia el azul y el sol,
se fugaron junto al sultán
y su sueño de oro y turquesas.
Y Marrakech solo existe
en los mapas.

4 comentarios:

Ilduara dijo...

Un sueño de poema que te sitúa en el corazón de quien te lee.

Un beso.

TORO SALVAJE dijo...

Los momentos de belleza interior se disfrutan una vez.
Con el tiempo se convierten en recuerdos que no podemos resucitar.

Besos.

El collar de Hampstead dijo...

Aquí has dejado un recuerdo lírico y hermoso de ese lugar.
Yo he estado allí por un momento,si te sirve.

Besos.

Unknown dijo...

Brutal