Perdí mi corazón en el centro de un complejo laberinto y no recuerdo la ruta ni existe un hilo de Ariadna que me guíe. Se comieron las migas los pajaritos y una bruja de dedos largos y huesudos me hunde el índice entre las costillas para ver si estoy a punto y descorazonada irremediablemente. La vieja se ríe quedamente, sabedora de que mi mal no tiene fin, cazadora de imposibles, solitaria y nómada hasta cuando mis huesos sean polvo mezclado con el viento.
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4 comentarios:
Ojalá.
:)
Besos.
Ojalá sea ave peregrina y se pierda en el horizonte.
Un beso.
Hola, llegué a tu blog a través de otro me llamó la atención tu nombre y me gusta el contenido, espero que no te importe que me cuele por aquí.
Preciosa canción y ojalá sea así siempre. Un beso
Sea!
; )
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