A veces pienso en ti, pistolero
y me atenaza el temor
de que la raedura haya podido contigo.
He visitado tu mundo
Una vez más
para comprobar
que no hay sonido de campanillas
Y que la rosa no realiza milagros.
Busco tu señal en el horizonte
pero solo atisbo oscuridad.
Por si te llega, la más bella rosa.