Yo no sé rezar.
No puedo aprender a meditar.
No puedo hacer silencio mental.
No puedo tener fe en la inmortalidad.
No puedo creer en la trascendencia.
No puedo superar el miedo a la muerte.
Pero si de algo sirve
me gustaría escribirte un poema
o esta cosa que me surge
mientras te pienso:
Pequeña Isa
Siete vidas de gato
Grano de pimienta
Nuestra tamagochi
Si te marchas
habrás ganado tu cuota
(un disparate lo que te digo
pero sé que me entiendes)
de inmortalidad
perecedera,
acorde con tu bipolaridad
en mi memoria
mientras yo viva.