Perdí mi corazón en el centro de un complejo laberinto y no recuerdo la ruta ni existe un hilo de Ariadna que me guíe. Se comieron las migas los pajaritos y una bruja de dedos largos y huesudos me hunde el índice entre las costillas para ver si estoy a punto y descorazonada irremediablemente. La vieja se ríe quedamente, sabedora de que mi mal no tiene fin, cazadora de imposibles, solitaria y nómada hasta cuando mis huesos sean polvo mezclado con el viento.
9.3.05
Bailando a oscuras
Busco el camino hacia la dulzura. Alguna vez estuve allí...
Recuerdo aquella fronda que me envolvía y el tacto de un suelo musgoso y suave bajo los pies desnudos.
Busco la senda de los sentidos, la correntada cálida deslizándose por mi conciencia como un río caudaloso y profundo que todo lo llenaba.
Pero la bruja ríe y se me olvida todo y sólo queda ese dedo imperioso constatando que ya es tarde.
Busco el camino hacia la risa y a veces lo reconozco de sopetón.Me redescubre el corazón y me destapa los oídos y los ojos.La vieja queda a mis espaldas y su pasada amenaza no me inquieta.
Bailo en la oscuridad del laberinto...
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1 comentario:
ola
pase y me encanto tu espacio
espero encontrarte y contactarte que creo tenemos los mismos ligues de vida...que estan en la letra
un abrazo y precioso
alguna vez paso por mi mente ese titulo
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