Perdí mi corazón en el centro de un complejo laberinto y no recuerdo la ruta ni existe un hilo de Ariadna que me guíe. Se comieron las migas los pajaritos y una bruja de dedos largos y huesudos me hunde el índice entre las costillas para ver si estoy a punto y descorazonada irremediablemente. La vieja se ríe quedamente, sabedora de que mi mal no tiene fin, cazadora de imposibles, solitaria y nómada hasta cuando mis huesos sean polvo mezclado con el viento.
22.3.05
Hacia arriba
Caminé bordeando la playa lisa como un espejo después del viento.Es una gozada este tiempo en el que se presiente el aire cálido mezclado con el frío del invierno que se va.Corrientes encontradas que golpean nuestro cuerpo y nos vuelven un poco mas vivos, un poco más alegres.
Sólo oía el ritmo de mis pasos cada vez más rápidos y el sonido de mi respiración mientras subía hacia el fin del paseo.La casona imponente asomaba entre los árboles, allí, en lo alto.
Llegué por fin al balcón suspendido sobre las rocas y el agua.El mar estaba calmo y plateado.Algunas barcas se fundían con el gris y un banco de pájaros oscuros flotaba tranquilo como una mancha de aceite...
La arena era como una cinta ondulada e inmensa, que unía mis pies con el horizonte lejano.Volví sobre mis pasos un poco más despacio...la mañana brumosa me envolvió de nuevo
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