Perdí mi corazón en el centro de un complejo laberinto y no recuerdo la ruta ni existe un hilo de Ariadna que me guíe. Se comieron las migas los pajaritos y una bruja de dedos largos y huesudos me hunde el índice entre las costillas para ver si estoy a punto y descorazonada irremediablemente.
La vieja se ríe quedamente, sabedora de que mi mal no tiene fin, cazadora de imposibles, solitaria y nómada hasta cuando mis huesos sean polvo mezclado con el viento.
23.7.20
Nerium Oleander
Rosa mortal. La primera planta en florecer después de Hiroshima. A veces, el veneno huele dulce.
4 comentarios:
Su belleza hiela la sangre.
Besos.
La belleza abriéndose paso tras la devastación...
Besos.
Hermosa flor que terminó por señalar el regreso de la vida luego de la devastación.
Saludos.
É assim a sedução! Mas seu veneno encanta.
Abrazo.
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