Perdí mi corazón en el centro de un complejo laberinto y no recuerdo la ruta ni existe un hilo de Ariadna que me guíe. Se comieron las migas los pajaritos y una bruja de dedos largos y huesudos me hunde el índice entre las costillas para ver si estoy a punto y descorazonada irremediablemente. La vieja se ríe quedamente, sabedora de que mi mal no tiene fin, cazadora de imposibles, solitaria y nómada hasta cuando mis huesos sean polvo mezclado con el viento.
4.6.05
Me he vuelto de un materialista asqueroso...
jajjaa, estaba acechando al contador de visitas como un buitre.Esto no pué ser, atesorar entradas a mi blog...parezco el tío Gilito guardando entradas en lugar de monedas....He llegado a las mil, de las cuales unas cuantas son mías ;)))¿Y qué tendrá el mil que no tenga otro número, por ej el 88?
Na, no me hagáis caso, sólo una pequeña divagación más antes de irme a currar.Besos...
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