Perdí mi corazón en el centro de un complejo laberinto y no recuerdo la ruta ni existe un hilo de Ariadna que me guíe. Se comieron las migas los pajaritos y una bruja de dedos largos y huesudos me hunde el índice entre las costillas para ver si estoy a punto y descorazonada irremediablemente. La vieja se ríe quedamente, sabedora de que mi mal no tiene fin, cazadora de imposibles, solitaria y nómada hasta cuando mis huesos sean polvo mezclado con el viento.
7.6.05
Pócima
Un pedazo de cielo
Una veleta
Dos erizos de mar
Una probeta
para mezclar cosas
y hacer milagros
El momento feliz
de la infancia
en un caleidoscopio
Las naranjas robadas
verdes y ácidas
del huerto del vecino
El humo de la hoguera
en el mes de septiembre
El agua de una fuente
en el medio de julio
en el medio del día
en la paz de la siesta
El juego de los niños
Un vuelo de cometas
Una estrella fugaz
Un pedido secreto
Un abrazo furtivo
Un escote discreto
donde mirar
alucinado
Un abrazo
Amor de petazetas
La lluvia de verano
Una ola
Un remanso
Una rana croando
Una luna de agosto
Una nota del piano
Una risa
Un perfume
El maullido de un gato
Tantas cosas
Daría
Para que sonrieras...
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1 comentario:
Pues como no sonria el colega....
Se le ha dado todo y no sonríe...
Un beso, timonel.
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