23.3.22

Marrakech (2019)

 Era la luna llena sobre Marrakech

y las golondrinas volaban en escuadra

trazando en el ocaso

oscuras coreografías ,

mientras la voz del muecín

entonaba la plegaria

extendiéndola como un manto .

Hoy, lejos ya, mi corazón intenta,

sin éxito

explicarte que a veces

el mundo es un pincel

que te pinta el alma

con alas de pájaros

y lunas enormes

y que lo pierdes

si intentas conservarlo

Que las locas murallas

del palacio Badi

donde reinan las cigüeñas

y el azahar te eleva

embriagador y místico

hacia el azul y el sol,

se fugaron junto al sultán

y su sueño de oro y turquesas.

Y Marrakech solo existe

en los mapas.

6 comentarios:

Kiffi dijo...

Hay lugares que sólo existen el los mapas, y lugares que no aparecen en ninguno. Y aún así nada puede ser tan bello como lo describes, eres muy buena.

TORO SALVAJE dijo...

El poema es magnífico.
Una maravilla.
Las ciudades nunca son lo que esperamos de ellas.

Besos.

Sidrina dijo...

Precioso poema, ojalá algún día pueda "visitar" la ciudad como tú lo has hecho. Bicos

Beauséant dijo...

Algunos recuerdos son como la arena de la playa, desaparece cuando intentas aferrarla con las manos... una ciudad muy bonita la que describes, quizás la real ya no sea así, quizás nunca lo haya sido.

amparo puig dijo...

Hermoso poema. A mí Marrakech me encantó. Tiene magia.

Ilduara dijo...

El corazón es el custodio de la felicidad que dirime fronteras.

Un beso