Perdí mi corazón en el centro de un complejo laberinto y no recuerdo la ruta ni existe un hilo de Ariadna que me guíe. Se comieron las migas los pajaritos y una bruja de dedos largos y huesudos me hunde el índice entre las costillas para ver si estoy a punto y descorazonada irremediablemente. La vieja se ríe quedamente, sabedora de que mi mal no tiene fin, cazadora de imposibles, solitaria y nómada hasta cuando mis huesos sean polvo mezclado con el viento.
30.4.05
Bukowski me golpea, con los dedos
como garras, cierra el puño y lo retuerce dentro, gozando de su poder sobre mí.
Desde que me atrapó no me ha soltado.Esto es suyo
Oh sí hay cosas peores
que estar solo 
pero a menudo toma décadas 
darse cuenta de ello 
y más a menudo 
cuando esto ocurre
es demasiado tarde 
y no hay nada peor 
que un demasiado tarde 
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