Perdí mi corazón en el centro de un complejo laberinto y no recuerdo la ruta ni existe un hilo de Ariadna que me guíe. Se comieron las migas los pajaritos y una bruja de dedos largos y huesudos me hunde el índice entre las costillas para ver si estoy a punto y descorazonada irremediablemente.
La vieja se ríe quedamente, sabedora de que mi mal no tiene fin, cazadora de imposibles, solitaria y nómada hasta cuando mis huesos sean polvo mezclado con el viento.
11.7.05
¿Agujeros negros?
¿Un sol extraño emitiendo intensas radiaciones?...¿Un eclipse?
No, sólo parte de un ojo de hermoso color.:)
1 comentario:
Hermoso ojo, si, a fe mía.
Un beso y feliz semana entrante.
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