Perdí mi corazón en el centro de un complejo laberinto y no recuerdo la ruta ni existe un hilo de Ariadna que me guíe. Se comieron las migas los pajaritos y una bruja de dedos largos y huesudos me hunde el índice entre las costillas para ver si estoy a punto y descorazonada irremediablemente. La vieja se ríe quedamente, sabedora de que mi mal no tiene fin, cazadora de imposibles, solitaria y nómada hasta cuando mis huesos sean polvo mezclado con el viento.
7.7.05
Hay un poema de esta autora que describe un acto terrorista
Pensaba ponerlo aqui, pero he preferido colgar este, también de Wislawa Szymborska (Polonia, 1923)
La realidad exige
" La realidad exige que también mencionemos esto: la vida sigue. Continúa en Cannae y en Borodino, en Kosovo Polie y en Guernica. Hay una estación de gasolina en una pequeña plaza de Jericó, pintura fresca en los bancos del parque de Bila Hora. Las cartas se cruzan entre Pearl Harbor y Hastings, una camioneta pasa debajo del ojo del león de Queronea, y los florecientes huertos cerca de Verdún no pueden escapar al atmosférico frente que se aproxima. Hay tanto Todo que la Nada se esconde casi gentilmente. La música brota de los yates anclados en Accio y las parejas bailan en las cubiertas bañadas por el sol. Hay tantas cosas sucediendo siempre que deben estar pasando en todas partes. Donde no hay ni una sola piedra en pie vemos al Hombre de los Helados rodeado de niños. Donde Hiroshima estuvo Hiroshima está de nuevo, produciendo cosas para el uso de cada dia. Este terrible mundo no está desprovisto de encantos, de las mañanas que hacen inestimables los despertares. La hierba es verde en los campos de Maciejowice, y salpicada de rocío, como es lo normal de la hierba. Quizás todos los campos son campos de batalla, todas las tierras lo son, las que recordamos y las que se han olvidado: los bosques de abedules, cedros, abetos, la blanca nieve, las amarillas arenas, la gris grava, los iridiscentes pantanos, los cañones de negra derrota, donde, en tiempos de crisis, puedes esconderte debajo de un arbusto. ¿Qué moral sacamos de esto? Probablemente ninguna. Sólo la sangre fluye, secándose rápidamente, y, como siempre, unos cuantos rios, unas cuantas nubes. Sobre trágicos pasos de montañas el viento vuela sombreros de cabezas inconscientes y no podemos evitar reír de eso. "
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1 comentario:
Escribir asi es la perfección. Vaya tela, gracias por descubrirme esta autora.
La perfección, digo, con sus giros y oscuridades. Así debe escribirse, opino yo.
Otra vez gracias.
Un beso.
Y un rayo de luz.
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