Perdí mi corazón en el centro de un complejo laberinto y no recuerdo la ruta ni existe un hilo de Ariadna que me guíe. Se comieron las migas los pajaritos y una bruja de dedos largos y huesudos me hunde el índice entre las costillas para ver si estoy a punto y descorazonada irremediablemente. La vieja se ríe quedamente, sabedora de que mi mal no tiene fin, cazadora de imposibles, solitaria y nómada hasta cuando mis huesos sean polvo mezclado con el viento.
4.7.05
Homo sapiens ¿sapiens?
Hemos poblado el planeta, lo hemos cubierto con nuestra obra, pero ha llegado el momento en que la conservación o el destino de la vida en él está en nuestras manos, es responsabilidad nuestra. La naturaleza nos dió ciertas facultades, y desde el chimpancé con el que compartimos el 99 por ciento del mapa genético hemos avanzado ese uno por ciento de diferencia, porcentaje que supone un lenguaje y la capacidad para distanciarnos de esa naturaleza madre.
Mas o menos así hablaba un señor anciano de cara noble y ojos rebosantes de inteligencia, expresando después un deseo: ojalá dentro de muchos años haya en este planeta o en otros mundos, seres humanos mucho más inteligentes y evolucionados que usted o que yo...
Si eso se logra será porque el ser humano de hoy ha sido responsable y coherente con la vida.
Pero al mismo tiempo que veía a este sabio abría un mail donde me avisaban que un animalito brutalmente torturado por esa especie humana encargada de cuidar de la vida había muerto después de sufrir enormemente. Y me fascina, espanta y a la vez me conmueve (es difícil de explicar en realidad) el tremendo contraste entre unos y otros, la sutileza y la inteligencia conviviendo con la brutalidad mas extrema, la sensibilidad con la crueldad, el desprendimiento sublime con el egoísmo total.
Ay, pistolero, difícil es justificar ciertas acciones, pero seguramente tú veas la bondad donde yo no puedo verla.
Miraré las estrellas desde el pórtico del oso, y soñaré con mundos menos inhumanos donde la pasión y la idea se dirijan al conocimiento propio y del universo, y no al placer perverso de causar dolor a otro, sea quien sea.
Por Nataku.
Besos en la oscuridad.
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4 comentarios:
Uff!! Que tragedia, que desoladora tragedia. El lado perverso humano, no conoce límites.
Y me pregunto ¿existirán éstos?
Ahora mismo hace diez años de lo de Srebenika y Zepa y aún se me ponen los pelos como escarpias, cuando recuerdo la foto de aquella anciana, que en un supremo esfuerzo, dada su edad, consiguió ahorcarse y acabar con tan horrorosos espectáculos.
Un beso.
Y un poco de esperanza.
Veo que ya te habían informado. La vida no se portó demasiado bien con el dulce Nataku. Ojalá en la muerte haya encontrado paz y descanso. Lo que quedamos aquí y vemos esas barbaridades casi a diario, nunca lo logramos del todo.
Yo creia que se habia salvado Nataku, ahora me entero que terminó su calvario, por lo menos murió en buenas manos.
Si el ser humano es capaz de hacer barbaridades con sus hermanos, como no vá a ser capaz con unos animalitos.
Bueno, Dalia, mi primera visita escrita, ya que te he visitado varias veces en plan voyer(de miron),jeje.
Saluditos.
Hola a todos, y besos a todos:)Hola, Granlince,gracias por tu post.Yo también creí que Nataku mejoraría, pero ya ves...
Este es un mundo muy cruel con los indefensos.
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